El relato de este jueves lo convoca el blog Sintiendo en la piel. Se trata de que cada uno de los participantes escriba un cuento y que los textos tengan todos el mismo final.
Yo participo con un cuento titulado "La elección de Gabriela".
La elección de Gabriela
por Luciano Doti
“Dos personas que se hacen reír tienen derecho a todo”, dice una frase muy difundida en las redes sociales.
Alejandro y Gabriela se hacían reír. Pasaban largas horas
charlando, tanto en la oficina, donde la jefa más de una vez tenía que
llamarles la atención, como en los after office, donde gustaban sentarse
juntos, a veces ignorando al resto de sus compañeros.
Ella planeaba un viaje desde hacía mucho tiempo, pero la
aparición de Alejandro en su vida la había hecho dudar. Tal vez quedarse en la Argentina no fuera tan
malo.
Necesitaba pensar al respecto. Le propuso a Alejandro un
impasse. Renunció al trabajo para no tener que verlo todos los días. La excusa
fue que estaba a punto de conseguir algo mejor. Quedaron en que ella lo llamaría
a él. Así dejaron de verse, de compartir esas charlas.
Tras un mes, Alejandro no aguantó más y la llamó. En el
teléfono celular de Gabriela lo atendió la casilla de mensajes. En vano
insistió hablar con ella los días siguientes.
Finalmente, Gabriela le envió un mensaje de texto como toda
respuesta a su demanda: “El amor no son dos personas que se cruzan, sino dos
que van en la misma dirección”. Para ambos quedaría marcado a fuego el día de
ese mensaje. Para él porque le resultaba claro que ya no estaría con Gabriela.
Para ella porque, con dolor en su corazón, elegía su vocación antes que el
amor.
Siete meses después de aquél día imborrable le envió un
telegrama.
"Alejandro, vivo en Holanda, trabajo en un local donde
exponen sus obras todo tipo de artistas noveles. Estoy aprendiendo mucho y soy
feliz”.
Me parece muy fría semejante respuesta de Gabriela. Y muy frase hecha sin sentido.
ResponderEliminarNo había razón para distanciarse antes de partir, de no contestarle los mensajes.
Bien con la vocación de Gabriela, mal por su actitud con Alejandro.
Ha sabido ver cual era su vocación y para seguirla ha tenido que dejar cadáveres, como el de Alejandro.
ResponderEliminarEscogió y fue fiel a ella misma. Quizá la frialdad era una defensa para poder afrontarlo.
ResponderEliminarUn beso.
Algunas veces tomamos decisiones que cambian nuestras vidas para siempre, eso era lo que queria leer este jueves con mi final, y estoy encantada de la creatividad que demostrais en vuestros relatos.
ResponderEliminarGracias por acompañarme, no olvides recojer el recuerdo de este jueves con tu nombre que tienes en mi blog.
Besos amigo.
Una querría las dos cosas; pero siempre no es posible.
ResponderEliminarMe gustó como llevaste la trama.
Un abrazo
Con el final que nos propuso Lucía imposible que esta relación terminara bien. Y mira que leyendo tus primeras líneas esperaba que la relación fuera a más, pero no, al final, la despedida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Original texto, a pesar de lo conducido del tema.
ResponderEliminarIntroduces la disyuntiva entre la vocación y el amor.
¿Seguro que Alejandro, no lo dejó todo y salió en el primer avión a Holanda?
Abrazos
Bueno, seguro que no estaba enamorada de él porque creo que hubieran podido encontrar otra solución....yo creo que fue una excusa
ResponderEliminarA veces ocurre que cuando dos personas convergen accidentalmente, marcan el comienzo de un camino en la misma dirección.
ResponderEliminarUn abrazo.