Durante décadas habíamos estado viendo a través de telescopios a esa civilización que estaba situada a millones de años luz de nuestro planeta.
Al principio, sólo podíamos ver
unos objetos que tapaban su estrella durante períodos de tiempo irregulares.
Eso nos llevó a pensar que existía la posibilidad de que no se tratara de
planetas, los cuales suelen presentar una elíptica más regular. Se aceptó la
teoría de que fuera una estación espacial con paneles solares, para proveerse
de energía sin degradar su planeta. De ser así, no estábamos solos en la Vía
Láctea.
Con el paso de los años, nuevos
telescopios se fueron incorporando a las herramientas que teníamos para la
observación, los cuales eran más potentes que los anteriores, de manera que nos
permitieron ver más. Entonces, ya éramos capaces de observar algunos de sus
vuelos en naves que nunca se acercaban a nuestra locación.
Jaime Curtis siempre había sido
considerado un nerd. Estaba empecinado en hallar el modo de realizar viajes a
planetas remotos, a raíz de su fanatismo por series de ciencia ficción del
siglo XX como «V», «Stargate» o «Viaje a las Estrellas». La carrera de física
la realizó en tiempo record, y se graduó con medalla de honor. Luego consiguió
trabajo de investigador en esa misma universidad. Su proyecto más ambicioso
consistía en hallar la manera de desarrollar el método de desplazamiento «warp»,
para hacer una curva en la línea espacio-tiempo y viajar a esos destinos que
aún eran inaccesibles.
Nosotros continuamos observando a
esos alienígenas. Su estrella se había convertido en un norte para la mayoría
de nuestros telescopios. Al mismo tiempo, nos preguntábamos si ellos estarían
haciendo algo similar.
Con todo, éramos nosotros los que
hacíamos lo mismo que ellos, ya que después de analizar y discutir mucho, adoptamos
su sistema de estación espacial con paneles solares para obtener energía. Pero
si bien les copiamos ese sistema, en adelante logramos un mayor progreso
tecnológico.
No fue Jaime Curtis el que halló
la manera de desarrollar el método «warp», pero sí tuvo la oportunidad de
quedar a cargo de él en su planeta, el Azul que ellos llaman Tierra, dado que
era el más capacitado para entenderlo cuando arribamos ahí.
Una perspectiva diferente del planeta azul. Los únicos que lo entenderíamos... Da miedo, jejeje.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cuanta curiosidad despierta lo que no se conoce, sobre todo si se es un entusiasta de las series de ciencia ficción.
ResponderEliminarUn saludo
Que buen punto para el relato y excelente el desarrollo
ResponderEliminarMe quedo con las ganas de seguir leyéndote.
ResponderEliminarUn abrazo
Para que luego digan que las series no educan. Vivan los Jamie Curtis de todo el mundo! Interesante punto de vista, compañero.
ResponderEliminarUna interesante vuelta de tuerca. Quién hubiera dicho que Star Trek iba a inspirar a otras especies XD
ResponderEliminarEspero que el método warp no les falle, no sea que tengan que quedarse aquí para siempre. Porque más que azul, parece rojo.
ResponderEliminarUn abrazote.