miércoles, 20 de marzo de 2019

Microficciones de ajedrez



El alfil

La reina es muy hermosa. Cada vez que estoy a su lado me imagino lo maravilloso que debe ser estar en pareja con ella. Ésa es mi condena: estar tan cerca de tamaña beldad sabiendo que desde el otro flanco vigila el rey.
Hay veces que me alejo un poco, y a la distancia, le dirijo una mirada en diagonal. Es que yo todo lo hago en diagonal.


El caballo de ajedrez

El caballo se asomó un poco desde la caja que había quedado abierta y alcanzó a divisar una jineteada en la pantalla de la TV. Se sorprendió al ver que esos animales que compartían con él la especie equina fueran tan diferentes. Ellos tenían cuerpo y cuatro extremidades, sumado a que podían desplegar una gran variedad de acciones. No eran sólo una cabeza con movimientos en ele.


Estrategias

El jugador de ajedrez debe ser un buen estratega. En la vida, pasa igual.
Por ejemplo, hay hombres que intentan planificar su modo de actuar en el matrimonio antes de consumarlo, para evitarse disgustos venideros. Con algunas mujeres, sucede lo mismo; acaso por eso, no pocas veces, tras el velo blanco de novias ocultan una jugada.
En el ajedrez, una de las piezas más importantes recibe el nombre de “dama” o “reina”. Cuando la dama se cree reina, quiere ser soberana en su hogar. El estratega trata de impedirlo.



Autor: Luciano Doti