Esa tarde Alfonso se preparó de manera especial. Se bañó y se puso sus
mejores galas.
Ya en la noche, sentado a la mesa, comió el pavo relleno
que había cocinado su esposa, acompañado por las deliciosas guarniciones
y una cervecita bien fría. Luego, tal cual la tradición, bebió la
sidra, con pan dulce y frutas secas.
Comenzó a sentirse extraño; el
habla del resto de los comensales le llegaba como un murmullo. Entonces,
se desplomó.
El resto es muy raro: un gordo barbudo de Laponia,
ataviado con ropas de abrigo rojas, lo llevaba en un trineo hacia las
estrellas.
Bueno...una muerte "dulce" y un viaje al mas allá original. Me gusta
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ResponderEliminarHola Luciano.
ResponderEliminarMuy bueno tu cuento, ameno y entretenido, el final es inesperado.
Mucha suerte.
Un gran abrazo.
Una buena forma de ver "el otro lado" o "la cara oculta". Buen micro Luciano. Bienvenido a El Círculo de Escritores y un fuerte abrazo.
ResponderEliminarSaludos Luciano. Muy bonito e interesante tu relato. Una inesperada y agradable transformación en la muerte. Éxitos y muy felices fiestas!
ResponderEliminarMuy buen giro. Un cambio de imagen para la tradicional parca.
ResponderEliminarUn saludo.
Muerte misteriosa y una ascensión al cielo original. Un saludo.
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